Si os digo esa palabra seguro que os suena a chino, que tal si os digo sonambulismo??? A que eso ya os suena más. Pues sexsomnia es cuando el sonambulismo es sexual.
Es sabido que durante la fase REM del sueño en los hombres pueden tener sueños eróticos acompañados de erección y eyaculación, las llamadas poluciones nocturnas. A las mujeres también les pasa algo parecido. Se dilatan los vasos de la pelvis, hay congestión genital, lubricación, sueños eróticos y algunas hasta llegan al orgasmo. Se cree que durante el sueño hay mayor caudal de sangre hacia los genitales permitiendo una buena oxigenación, esto hace que la piel sea más suave, este más sensible a los estímulos y lubricada.
Así que sabiendo esto que se produce en hombres y mujeres, llegamos a la conclusión que se produce una serie de mecanismos fisiológicos normales que ayudan a mantener la vitalidad un juego erótico a la mañana.
Si alguna vez te despiertas de repente y ves a vuestra pareja masturbándose compulsivamente o se te pone encima y mantiene sexo de forma violenta contigo, una vez salgas de tu asombro y piensas que estaba muy caliente, plantéate que tal vez es sufra de sexsomnia.
Os defino el concepto de sexsomnia o sleep sex. Es una alteración del sueño o Parasomnia que consiste en tener una actividad sexual durante el sueño: sea masturbación, coito, hablar de conductas eróticas, violencia sexual, u otro tipo de comportamiento automático e inconsciente.
Podríamos decir que la sufren casi un 1% de la población, siendo más frecuente en los hombres y es detectada por estudios de sueño (polisomnograma). Se requiere tratamiento médico, psicológico y medidas generales para bajar los niveles de estrés y es fundamental trabajar con la pareja.
Algunos podemos pensar que levantarse de improviso por la noche para tener sexo puede ser la caña, pero en verdad esto no tiene nada de divertido llegando a destruir relaciones de pareja, provocar depresión y trastornos psiquiátricos que no tienen nada que ver con el bienestar que provoca un coito en una situación normal.
Las personas con este problema son más propensas a sufrir ansiedad, problemas de atención, de concentración y depresiones. Sienten que están “disociadas”, que la noche les depara la aparición de ese “otro” hambriento de sexo. Se sienten mal por miedo a que se repitan las crisis, por no acordarse de lo que ha ocurrido y que el otro se lo diga, o porque les da vergüenza.
Pero esto puede aparecer no solo en la fase REM e incluso entre el lapso entre el sueño y la vigilia.
Parece ser que este fenómeno se produce en períodos de estrés puede ser algo genético. Empeora con el abuso de drogas, alcohol y tabaco.
Así que si no sabéis lo que os pasa acudir a un especialista y que os trate. También ayuda tener una buena dieta, bajar de peso, eliminar el alcohol y el tabaco (que impiden una buena respiración durante el sueño). Y sobre todo pensar que es un trastorno, no que estéis salidos y con ganas de sexo a toda hora.
Felices sueños.