Era sábado por la noche, estaba terminando de ver las noticias con mi nueva pareja, llevábamos 2 meses viviendo juntos y hoy habíamos decidido quedarnos en casa; cena, peli y un buen postre hasta el amanecer o hasta el lunes, ya se vería.
Sonó el timbre de abajo, dijo ser el vecino, decía que se me había caído algo de ropa que había tendido y me la subía. Lo esperé en la puerta de casa y al salir del ascensor vi que era mi ex, llevaba una botella de nuestro vino preferido en la mano y sin darme tiempo a reaccionar me estaba comiendo la boca.
- Que haces aquí?
- Vengo a cenar y a que nos bebamos una botella de vino como en los viejos tiempos, brindemos recordando nuestros 3 años juntos, te he echado mucho de menos.
- Si, ya lo veo cuanto, cuanto llevas sin saber de mí?
- Churri, como que no se de ti?, sigo todos tus pasos
- Ahhh claro, entonces pasa, ya sabrás de Rubén
- Rubén?
- Si, este es Rubén, llevamos saliendo ocho meses.
- Ahhhh, pues eso no lo sabía, claro no me lo habrán dicho para no hacerme daño, (sonrió excusándose) bueno, solo me apetecía charlar contigo y ver cómo te iba las cosas, pero si eso ya te llamo un día y hablamos.
- No, no te preocupes, pasa. Rubén este es David, mi ex.
- Hola David, bueno ya que has venido si quieres puedes quedarte a cenar con nosotros, nos bebemos esa botella y nos conocemos
- Vale, si no os importa.
Yo estaba un poco flipando, la verdad es que no había quedado mal con David, habíamos quedado como amigos, aunque hacia meses que no sabía de él, pero me parecía un poco surrealista cenar con mi novio y mi ex. Cualquier cosa podía ocurrir la noche.
Rubén había hecho la cena, así que mientras ellos se tomaban unas cervezas yo puse la mesa, desde la cocina los oía reír y hablar amigablemente, la verdad es que los dos son unos chicos encantadores y hacen amigos con mucha facilidad.
La cena transcurrió con mucha normalidad, una charla muy amena y muchas risas, nos bebimos dos botellas de vino y después de tomar el café Rubén preparó sus mojitos, que le salen de vicio.
Estábamos sentados en el sofá, yo en medio de los dos. Nos sentíamos cómodos los tres, como si fuéramos amigos de toda la vida y el alcohol estaba haciendo su efecto.
- Así que venias a tirarte a mi novia cabronazo-. Se rió a carcajadas. Yo miré a Rubén como no creyéndome lo que acababa de escuchar.
- Pues la verdad… es que si tío, pero visto lo visto… aunque me ha molado conocerte, pareces un buen tío y me alegro por ella. En el estado en que me encuentro, si fueras un mal tipo te habría partido la cara.
- Aun te mola eh??
- Uffff si, la echo de menos, sobre todo en la cama, es una fiera. Bueno tú ya lo sabrás.
- Ostia que si lo sé, es una diosa follando
- Eyyyy chicos que estoy aquí, un poquito de por favor, cortaros un poco no?.
Empezamos a reírnos los tres. Rubén me miró,
- Nena, hacemos un trío?
- Un crio?? si claro y David será el padrino
- No, que si te apetece un trío?
Eso me había parecido la primera vez, pero pensé que se le trababa la lengua. Creo que jamás he puesto una cara de flipada como la que tenia ahora.
- Rubén creo que te ha sentado mal la cena o algo así. Un trío¿¿
- Bueno si David quiere claro. Aunque por la forma en que te ha estado mirando toda la noche está claro que sí. Así que tú decides.
- A ver cielo, quieres compartirme con otro tío?
- Bueno, compartirte no, eres mi chica, pero el ya te ha follado muchas veces, sabe cómo hacerte disfrutar, quiero verte gozar con los dos, además David me cae bien, pero eso si, como se acerque a mi culo le corto los huevos. Venga niña que no nos podemos morir sin probarlo todo.
No sabía que decir, me sentía un poco mareada
- Uyyy pero alguien se va a sentir acomplejado cuando vea los 25 cm del otro.
Los dos se miraron y a la vez dijeron, “bueno nunca te has quejado”. Empecé a reírme.
- Serás cabrona, ninguno la tiene así de grande-, de repente Rubén se me acercó y me beso tiernamente en los labios, un beso muy tierno que se fue cobrando fuerza haciéndose más fogoso, metiendo su lengua húmeda en busca de la mía, metió su mano entre mis piernas, separándolas y empezó a acariciar mi sexo por encima del tanga.
- Rubén, eres malo- le sonreí
- Si quieres que pare solo tienes que pedírmelo.
- Uhmmmmmm. Solo puede decir eso. Rubén miró a David haciéndole una señal con la cabeza. David se acercó a mí y besó los labios que Rubén terminaba de dejar. Rubén seguía masturbándome y David empezó a acariciarme los pechos. Se iban turnando para besarme la boca, mientras uno lo hacia el otro me besaba otra zona del cuerpo. Estaba empezando a perder el sentido. Vi que los dos estabas empalmados y deslicé mis manos por sus braguetas y empecé a masturbarlos mientras yo me moría de placer. La temperatura había subido mucho, estábamos los tres muy calientes y nuestros jadeos resonaban por todo el salón. David se arrodilló delante de mí, apartó hacia un lado mi tanga y metió su cabeza entre mis piernas, comiendo mi sexo con destreza, acerqué mi boca a la polla de Rubén y empecé a chupársela mirándole a los ojos mientras él acariciaba mis pezones erectos. Esto estaba siendo muy excitante. No podía aguantar más, sentía llegar el orgasmo y mi cuerpo temblaba. David aumentó el ritmo con su lengua, penetrándome con ella y recorriendo cada pliegue de mis labios, Rubén sujeto mi cabeza y ahora era él quien follaba mi boca. Me abandoné al placer y me corrí. Ellos sonrieron mientras cubrían mi cuerpo de besos.
Rubén me tomó de la mano e invitó a David a ir al dormitorio. Me dejó de pie delante de la cama, se colocó delante de mí, mientras me quitaba el vestido por encima de la cabeza, David por detrás me despojaba de mi ropa interior. Recorrían mi cuerpo desnudo con caricia, besos y sus lenguas paseaban por toda mi piel, fui quitándole la ropa a Rubén y cuando estaba ya desnudo le cambio el sitio a David, ahora lo desnudaba a él. Nos tumbamos en la cama yo en el medio de los dos, joer me faltaban manos y boca para poder satisfacer a los dos. Antes de besar a David o comerme su polla había mirado antes a Rubén, este se había dado cuenta desde el principio. Abrió el cajón de la mesita y sacó un pañuelo de seda.
-Espera cielo, te taparé los ojos, así no sabrás quien es quien y disfrutaras libremente.
-Siento interrumpir, pero tengo una pregunta, sigues tomando la píldora?- pregunto David.
-Si tío, la toma, campo abierto. Se rieron los dos
Con mucho cuidado me vendó los ojos y me quedé tumbada acostumbrándome a la oscuridad y sintiendo sus labios y sus lenguas por todo mi cuerpo. De repente alguien me penetró con destreza mi sexo aun mojado por la corrida y empezó a follarme con pasión, era Rubén, conocía su polla y sus movimientos. David acercó su polla a mi boca, ummmm ese sabor que me volvía loca, no podía creerme lo que estaba pasando, mi chico me estaba follando mientras yo le comía la polla a mi ex.
- Como echaba de menos tus comidas, eres única para eso.
Estábamos los tres muy excitados. Seguimos, ya no sabía quién me besaba, quien me tocaba, aunque era Rubén quien me seguía follando. Me dieron la vuelta y me pusieron a cuatro patas, creo que se cambiaron y ahora era David quien me penetraba y estimulaba mi clítoris mientras tenia la polla de Rubén en mi boca, noté sus espasmos y se corrió dentro de mi boca gritando de placer.
- Ufffff nena, tío toda tuya, quiero ver cómo te la follas, hazla disfrutar.
David bajo el ritmo, se hizo más suave, salía y entraba suavemente de mí. Mientras acariciaba mis pechos. Me cogió por las caderas y sacó su polla muy despacio, notando cada centímetro de ella con mi sexo, no sacó la puntita, la dejó allí frotándose con suavidad, haciendo que mi sexo se empapara aun más, la sacó, pasó unos minutos y de repente me penetró con todas sus fuerzas, haciendo que un grito de placer se me escapará. Con sus manos me atraía hacia el penetrándome profundamente y con violencia, cada embestida me hacia jadear y esto le estaba excitando más, me la dejaba clavada y se movía dentro de mí, me estaba matando de placer. No podía mas, iba a explotar otra vez
- Rubén, Rubén, bésame. Tomó mi cara entre sus manos y me besó, nuestras lenguas se buscaban y luchaban al ritmo que marcaba David. Rubén trago cada uno de mis jadeos, cada uno de mis gritos hasta que me corrí mordiéndole el labio. No me dejaron reponerme, seguían tocándome, excitándome, ya no sabía quién era quién, estaban aprendiendo el uno del otro a darme placer, convirtiéndose en un solo hombre con 4 manos, 2 bocas, 2 lenguas y 2 pollas. No sé cuánto tiempo había pasado, cuantos orgasmos había tenido, solo sentía un placer constante que subía, explotaba, bajaba y volvía a subir. Necesitaba descansar, estaba agotada, sedienta, mi boca sabía a los tres, mi cuerpo estaba cubierto de jugos y sudor de los tres y ni sexo estaba escocido, no podía más y no entendía como estaba aún tan excitada.
- Parar por Dios, me estáis matando, no puedo respirar.
Uno me hizo que le cabalgara, pero mis piernas no respondían, no tenían fuerza y era él con sus manos el que me movía, apretó mi pecho contra el suyo mientras el otro entró suavemente y sin problemas por mi culo. No me dieron tiempo a reaccionar, los dos me estaba follando a la vez, no sé de donde saqué fuerza pero empecé a seguirles el ritmo cada vez mas frenético, follábamos salvajemente. Sentí un calor insoportable que invadía mi cuerpo, me costaba respirar, iba a reventar.
- Así, más, más.
Ni sexo palpitaba y esa sensación se extendía a lo largo de mi cuerpo, empecé a temblar y mi cuerpo se movía por los espasmos, contraje los músculos de mi sexo y mi culo atrapando las dos pollas mientras experimentaba el más grandioso y placentero de mis orgasmos. Caí desfallecida sobre el que estaba debajo de mi, los oí jadear y sentí como me llenaban con sus néctares calientes. El que estaba detrás cayó sobre mí. Así permanecimos, sintiendo nuestros orgasmos, disfrutando de ellos y notando como se desvanecían. Salieron de mí. Sentía mi sexo haciendo burbujitas, plof plof plof y no quería moverme. Depositaros dos tiernos besos en mi frente. Noté salir alguien de la cama hacia el baño, sentí unos brazos que me abrazaban por detrás mientras cubría ni nuca con pequeños besos
-descansa preciosa, ha sido increíble.
Era Rubén, no pude contestarle, solo me arrimé más a él y me dormí agotada en sus brazos. Como en sueños oí entrar a la habitación a David.
- Tío me voy, ha sido un placer conocerte Rubén
- Para mí no tanto, te has follado a mi chica.- le sonrió. Bueno, que no vuelva a ocurrir-. Volvió a sonreír. También ha sido un placer para mí y bueno ya no te digo para ella. Cuando resucité ya me lo contará.
- Cuídala tío.