Llevaba tiempo queriendo hacerlo y al final hace un par de meses, después de ver una exhibición que me dejó con la boca abierta, decidí apuntarme. Me encantó la sensualidad y la perfección de sus movimientos, me deslumbró los velos y las monedas y las lentejuelas. Venga que ya sabréis de lo que estoy hablando, no? pues sí, de la danza del vientre.
Allí fui mi primer día, con ropa cómoda y un pañuelo de moneditas para atarlo a mi cintura, ilusionada pero un poco asustada, llevo años sin hacer ningún tipo de deporte y pensé que no aguantaría toda la hora de clase. Pero sí, lo hice y salí muy contenta y con ganas de más.
Hablando un día con la profe mientras nos preparábamos para la clase, le preguntamos que si era un baile erótico y provocativo. Ella dijo que para nada, que no es su cometido, aunque claro, puede serlo depende de la bailarina y para quien baile. Nos comentó que antiguamente era un baile para la fertilidad, pero eso no tiene nada de otro mundo, si una chica se te pone a bailar así delante de tus narices termina la cosa como te imaginas y sabiendo que en esa época no habían métodos anticonceptivos, pues crio al canto. Danza da fertilidad, la bailas y te quedas embarazada.
Pero es un baile para que la que lo practica descubra su feminidad. Es cuestión de poner tus sentimientos y tu expresividad y transmitirlos a través de tu danza. Su única finalidad es que descubramos nuestro cuerpo, como moverlo y como disfrutarlo. Podemos mover partes que yo pensaba que era imposibles.
Antes de apuntarme había oído hablar de los beneficios que aportaba a nuestro cuerpo, como ejercitar los músculos pélvicos que luego nos ayudaría en las relaciones sexuales y a prevenir la incontinencia. Esto también nos lo confirmó la profe, y aún nos dijo más, que nos daría más flexibilidad, mejoraríamos la postura y ejercitaríamos la zona pélvica y los músculos internos. Si, tiene beneficios para la fertilidad, (y no solo porque excitas al hombre y te come entera) ya que todo el aparato femenino reproductor está en movimiento y suavizaríamos los dolores menstruales. Así que también es bueno para los dolores de espalda y nos tonifica desde el pelo hasta los dedillos del pie, un ejercicio muy completo y placentero.

Yo llevo poquito practicándola, la verdad que me queda mucho aun, cuando me miro al espejo parezco más, por la postura, un luchador de sumo que una bailarina de los 7 velos. Pero poco a poco he visto como se suavizan mis movimientos y se hacen medio bonitos :o). He de deciros que como terapia para querernos más esta genial, nos obliga a mirarnos al espejo y a vernos de otra forma. salgo contenta de mis clases y a veces me descubro moviendo los brazos o las manos como pajarillos, ahhhh y voy por la calle moviendo las caderas y cuando espero el autobús dibujo ochos con ellas jejeje. Me siento feliz.
Así que os lo recomiendo, es un ejercicio completo, conocemos más nuestro cuerpo, nos sentimos más ajusto con el, experimentamos y descubrimos nuestra femineidad y somos más felices.