Cuando el romance va perdiendo fuerza, el interés sexual decae, o bien, se presiente que la ruptura está próxima; se puede realizar ciertos hechizos que renueven la pasión y reactiven el vínculo afectivo.

No existe pareja que pueda subsistir sin una buena relación íntima. Además de otros problemas externos, lo común que suele suceder es que, con el paso del tiempo y la rutina cotidiana, la llama que enciende el erotismo tiende a disminuir o a apagarse. Estos hechizos realizados con ropas íntimas son ideales para fortalecer el erotismo de la pareja y atraer el deseo mutuo. Sin embargo, quien vaya a realizarlos debe recordar que ningún hechizo de amor, se debe emplear, bajo ninguna circunstancia, para atraer o amarrar a una persona que no es nuestra pareja.

Cualquier persona que conoce algo de magia sabe que el cuerpo humano posee un campo vibratorio personal, tan único como sus huellas digitales. Y, también, se sabe que esas emanaciones quedan impregnadas en todos los objetos que están en contacto con las diferentes partes del cuerpo. Por eso, muchos hechizos se realizan empleando restos de uñas, cabellos, sangre de menstruación, fotografías, muñecos representativos del cuerpo y otros elementos relacionados directamente con la persona.

Las prendas íntimas tienen, por tanto, una doble cualidad mágica, especialmente, bragas (bombachas) y calzoncillos, que están en contacto directo con los órganos sexuales y, por tanto, poseen la energía más íntima de la persona. Esa energía es la que permite trabajar a distancia, aunque el individuo de quien se trate se halle lejos, ya que incide directamente sobre su mente y, también, en su chakra sexual. Es, por eso, que jamás deben regalarse prendas íntimas en desuso a nadie, por más confianza que se tenga. Lo que hay que hacer es quemarlas antes de arrojarlas a la basura.

Si siente que su pareja está por abandonarlo sin causa justa, apela a este hechizo de unión amorosa. No deje de dialogar con su pareja si percibe alguna actitud de su parte que no comprende.

Se necesitan: Siete rosas blancas, una prenda íntima de su pareja y un alfiler de gancho.

Proceda de esta forma:

En un día lunes, por la tarde y antes de las 19 horas, vaya hasta una iglesia, llevando las siete rosas blancas y colóquelas al lado de la imagen de San Antonio. Pida al santo protección para su pareja y diga una plegaria como invocación.

Luego, vaya a su casa, tome la prenda íntima y escriba en un papel el nombre de ambos.

Enganche el papel en la prenda con el alfiler de gancho y entiérrela en una maceta en la que plantará una planta con flores rojas, a la que regará cada tanto con gotas de agua bendita, además del agua que requiera para crecer sana.

Cuando ha formado pareja, pero percibe que, en el entorno, hay envidias o alguien desea que la relación se rompa, practique este hechizo.

Consiga una foto suya y otra del ser amado. Ubique ambas fotos dentro de una prenda íntima que le pertenezca. Ate la prenda con cinta roja para que las fotos queden bien sujetas en su interior. Un viernes de luna llena entierre el “paquete” al pie de un árbol sano y frondoso.

Para que la relación  funcione mejor, eliminando todas las energías negativas que puedan estar interfiriendo, puede realizar este que dulcificará el carácter de ambos y mejorará sus relaciones íntimas.

Todos los días, durante una semana, encienda una vela rosada, a la que, previamente, habrá untado con miel. Hágalo de abajo hacia arriba y, al llevar la unción a cabo, concéntrese en el amor que siente. Aparte, cada día, tome un pétalo de rosa, encierre dentro de él un garbanzo y átelo con la cinta roja. Coloque el garbanzo así atado dentro de una prenda íntima del ser amado. Durante los seis primeros, repita la siguiente oración:

“Por el poder del Amor, que es la   Fuerza Viva del Universo, pido que nuestra unión sea valedera, sincera y llena de pasión, ahora y siempre; ahora, y siempre. Así es y así será”.

El séptimo día haga lo mismo pero, esta vez, tenga a mano el cuenco con carbones encendidos. Al terminar de atar el garbanzo, repita siete veces:

Coloque el último garbanzo dentro de la prenda íntima, hágala un bollo y quémela en los carbones encendidos. Esparza las cenizas, una vez apagado el fuego, en una corriente de agua.

Si el deseo sexual en su pareja está declinando, es el momento de realizar este hechizo, que aumentará la libido de ambos notablemente. Antes de comenzar el ritual, en el que deberá usar una braga (bombacha) que ya haya usado con su pareja,  salga a comprar ropa íntima de encaje para usar en la noche posterior al hechizo. El objetivo es reemplazar la prenda íntima que tenía por una nueva.

Sumerja su antigua prenda en agua, a la que le habrá añadido una cucharada de miel, una de vinagre blanco, una rosa roja deshecha y siete gotas de aceite esencial de pachulí. Deje unos minutos la prenda en remojo y cuélguela sin estrujar. Cuando esté bien seca, rocíela con su perfume favorito y guárdela en un frasco de vidrio transparente.

Coloque el frasco en un altar casero junto a una imagen de San Valentín, encienda una vela roja y pronuncie lo siguiente:

Guarde la prenda en un lugar secreto, donde nadie pueda verla ni tocarla (mucho menos, su pareja). La noche siguiente al ritual, invite a su pareja a una noche de amor y estrene la ropa de encaje.Repita el hechizo cuatro veces al año.