Alguien me ha hablado de amar con los sentidos, me describió algunas situaciones en las que él lo había hecho y me puse a pensar en las mias, he amado con los 5 sentidos???? Pues va a ser que si, cuando hacemos el amor y usamos nuestros 5 sentidos es lo mas. Estar con alguien, en esos momentos no significa, ale mete que te corres, dame un poquito aquí y me corro yo.
Decidí hablar del amor y los 5 sentidos y buscando en el baúl de post a publicar vi uno que mimisma empezó a escribir, así que se lo pillo, con tu permiso mi niña y seguimos hablando del tema
Esto es lo que ella nos decía:
Hagamos a continuación un recorrido en busca del placer a través de
nuestros cinco sentidos.
Empecemos por el TACTO:
Bien es sabido que las caricias son todo un arte en lo que se refiere al mundo del placer y del sexo y nuestra piel, que es el órgano sensitivo más grande de nuestro cuerpo es quien las recibe. La piel es la zona erógena por excelencia.
Cuando hablamos de las caricias y el sexo, definimos su especialidad y su exclusiva actividad con la o las personas con las que nos relacionamos sexualmente. Las caricias son una de las primeras formas de contacto sexual, el tacto supone la máxima proximidad del erotismo. Es nuestra propia piel la que canaliza el placer de las caricias, llegando a humedecerse de placer, a acalorarse, a vibrar incontroladamente. Nuestra piel no solo se muestra oferente a los demás, sino que acoge su propio erotismo que nace y termina en la propia piel erotizada.
El periodista y escritor italiano Francesco Alberoni, en su libro “El erotismo” analiza los diferentes modos de sentir erótico entre el sexo masculino y el femenino. Sostiene que las mujeres están dotadas de un extraordinario erotismo cutáneo y que la utilización de perfumes, tacones altos, ropa interior delicada, son en su totalidad una manifestación de esa carga erótica. Las mujeres, sigue diciendo Alberoni, son más sensibles que los hombres al ritmo, a la música, a los sonidos, o su erotismo más táctil, muscular y ligado a los olores. Por el contrario, el erotismo masculino es más visual, el hombre mira con una mirada que repasa, siluetea, sopesa, barrunta y, al final, evalúa. Es más genital.
La VISTA:
Es posible que la vista sea el sentido con el que comienza el cortejo sexual, ya que mediante ella distinguimos a las personas que en principio nos son atractivas simplemente por lo que vemos. Esta primera vista suele ir acompañada de sensaciones agradables, pero también es verdad que una vez conocida a la persona, todo lo agradable y atractivo que habíamos visto se derrumbe en una milésima de segundo.
Generalmente se dice que los hombres cuando miran a una mujer porque ésta les ha interesado visualmente, centran sus miradas en lugares tan característicos como el pecho, las nalgas y las piernas, posteriormente pasan a la cara y finalmente al conjunto de la persona, sus gestos, su manera de caminar, etc. También es cierto que hoy día la mujer por lo general actúa de la misma manera que el hombre y si a una fémina le interesan las nalgas de algún varón que vea paseando tranquilamente por la calle, no se cortará ni un pelo y su mirada irá directamente al grano.
En los placeres de la sexualidad, podemos disfrutar mirando el cuerpo de nuestra pareja, el modo en que mantenemos relaciones sexuales, las expresiones de la cara, la mirada… en general todo el halo que se desprende después de mantener una relación sexual placentera y satisfactoria.

El GUSTO:
El beso es casi por definición el exponente más representativo entre el sentido del gusto y la sexualidad. El hecho real del beso es una
fuente de atractivo erótico en nuestra cultura, es la forma de caricia más conocida, más admitida y más cultivada. Las salivas se mezclan en la pareja que se besa y eso proporciona una sensación placentera. Pero el gusto también se da igualmente en el sabor de la piel a lo largo de todo el cuerpo.
Muchas personas sienten preferencia por saborear distintas zonas del cuerpo de su pareja.
Actualmente es más practicado el sexo oral, ya que la sociedad se aleja cada vez más del falso pudor y se entiende el sexo oral como una manifestación del placer sexual, tanto al dar la caricia como al recibirla. Es una muestra más de cariño y ternura. Cabe señalar que quien no lo considere así no tiene por qué criticar a los que encuentran en ello una hermosa manera de quererse. Tampoco sería materia de crítica la omisión en aquella pareja que lo haya decidido así y que a la vez tenga una erótica rica y satisfactoria.

El OLFATO:
El olor lo podemos definir como un despertar del deseo o en su caso de la no aceptación, ya que existe la posibilidad de que algunas personas no nos gusten como huelen, pero para otras personas su olor si puede ser atractivo. Cuando el olor despierta el placer sexual se convierte en un estimulante del erotismo, así que los matices de olores que se tienen a lo largo del cuerpo son los matices que puedes disfrutar si así lo quieres y deseas
El olor en muchas personas causa un efecto fetichista, ya que se reconocen olores con facilidad y permiten identificar sensaciones de placer o rechazo casi inmediatamente. Puede ser que al oler a una persona determinada nos vengan recuerdos de algún encuentro sexual pasado y este recuerdo se convierta en un auténtico estímulo sexual en ese momento.

El OIDO:
El oído es un raro sentido en la vida erótica de cada persona. El
oído es receptor de la palabra. Pero también de ruidos. Y los ruidos son gestos de la sensualidad. La música es un buen ejemplo. El sentido del oído es también una antena de la erótica, especialmente en la mujer, como la vista lo es en el hombre.
Hay personas que encuentran más apetecible el silencio. Otras hablan.
Generalmente, el hombre no habla demasiado durante la relación sexual. La mujer, por el contrario, siente una mayor necesidad de expresarse. En los momentos culminantes del placer la mujer irrumpe en gemidos o quejidos, expresiones cariñosas, interjecciones... Generalmente, la mujer requiere más palabras del hombre, aunque éste —en su excitación— no se las sepa siempre regalar.
Las "palabras de amor" y los piropos de la intimidad son un fruto del
sentimiento y, al mismo tiempo, un excitante de la sensibilidad. No faltan, sin embargo, casos en los que la excitación, o la puesta en forma, requieren otras variables como son ciertas expresiones corrientes, incluso groseras, o teñidas de humor.
NOTA: He partido el post por que era muy largo, mañana publico el resto.